arriba
los santos
son de plástico
y no nos miran
una cruz
manufactura
china
con piedras
incas
degolladas
ahogadas
en oro
adentro
los santos
llevan
a otros santos
las tetas
de maría
hervidas
y amazadas
con las manos
de pedro
las tetas
mezcladas
metidas
al horno
dispuestas
en moldes
de jesús
arriba
los santos
¿qué
les vas
a pedir?
adentro
¿qué
te pueden
dar?
jueves, 17 de septiembre de 2009
jueves, 10 de septiembre de 2009
/Rémoras/ Memoria, por Marcos Illarra
como una brújula de sed
emerge
la palabra
sus cuatro puntas
desgarran
el tiempo de la sangre
desde otro filo
emerge
en las manos
de una madre a tientas
la palabra
contra la roca oscuridad
del olvido
emerge
la palabra
sus cuatro puntas
desgarran
el tiempo de la sangre
desde otro filo
emerge
en las manos
de una madre a tientas
la palabra
contra la roca oscuridad
del olvido
/Rémoras/ American girl, por Lucía Alabart Lago
Está sola
se acomoda la bombacha
roja y azul
y grande
ya casi sin elástico
en la cabeza
y los jeans con dos agujeros en las rodillas
inventados
suave madona de resaca
el viento es húmedo
en la casa
Hay una planta, dos almohadones
un teléfono móvil sonando desde la mañana
el sol brilla afuera a duras penas
las penas se quedan
bajo la nube que las tapa.
canción desesperada
olor a cigarrillos y a guitarra
la luna dibujada con crayón
y atrás, atrás el nylon de la cortina del baño
qué intimidad tan forzada
muñequita de anillos y pulseras dorados como
la piel del picaporte o
el candado de un diario de corazón
las barbies apiladas sin cabezas
tu billetera sin documentos
ni papeles ni monedas
pago de card
de los fathers, de las mothers
but if you cant sing a pretty
song
without screaming
little, draling, swimming girl
stop it, push up
zás
la tapa de revista
el capuchón helado
la moneda de diez, todo apilado en la mesa
figuras
retazos de figuras
la foto en bolas
o semienbolas
el cigarro de mentiras
las tetas de mentira
el culo de mentira
el pelo de mentiras
cerebro de cotillón
manos de azúcar impalpable
espíritu tan poco desolado
que va,
american girl
american dream
sweet dream
zweet shit
good bye
se acomoda la bombacha
roja y azul
y grande
ya casi sin elástico
en la cabeza
y los jeans con dos agujeros en las rodillas
inventados
suave madona de resaca
el viento es húmedo
en la casa
Hay una planta, dos almohadones
un teléfono móvil sonando desde la mañana
el sol brilla afuera a duras penas
las penas se quedan
bajo la nube que las tapa.
canción desesperada
olor a cigarrillos y a guitarra
la luna dibujada con crayón
y atrás, atrás el nylon de la cortina del baño
qué intimidad tan forzada
muñequita de anillos y pulseras dorados como
la piel del picaporte o
el candado de un diario de corazón
las barbies apiladas sin cabezas
tu billetera sin documentos
ni papeles ni monedas
pago de card
de los fathers, de las mothers
but if you cant sing a pretty
song
without screaming
little, draling, swimming girl
stop it, push up
zás
la tapa de revista
el capuchón helado
la moneda de diez, todo apilado en la mesa
figuras
retazos de figuras
la foto en bolas
o semienbolas
el cigarro de mentiras
las tetas de mentira
el culo de mentira
el pelo de mentiras
cerebro de cotillón
manos de azúcar impalpable
espíritu tan poco desolado
que va,
american girl
american dream
sweet dream
zweet shit
good bye
/Resonancia/ El juego escénico, por Adolfo Brandi
Un dúo escénico es como un juego de truco: consiste en ver al otro y en saber cuántas cartas tiene, en percibir sus sensaciones, darse cuenta de cuándo tiene el ancho, cuándo está atravesado por algo muy fuerte.
La próxima acción o carta tiene que mejorar para enriquecer la mano, nunca restar. cuando hay que aguantar, se aguanta.
El equilibrio de la escena también es similar al juego, se tiran las cartas consecutivamente y no todas juntas.
Al final gana el que mejor las usó, el que mejor supo ver a los demás y a su pareja.
Cuando muere la técnica, cuando uno empieza a ser sólo órganos y ya no hay piel y está entregado a todo (o está todo entregado), ya nada sobra, nada está descolocado, sino que todo es armónico. Ahí es cuando muere la técnica.
También es bueno tener una buena técnica para poder jugar dentro de ella, pero si se puede llegar a este estado de percibir todas las sensaciones, eso lo hace mágico, único, termina siendo órganos, sentidos y sólo palabras.
La próxima acción o carta tiene que mejorar para enriquecer la mano, nunca restar. cuando hay que aguantar, se aguanta.
El equilibrio de la escena también es similar al juego, se tiran las cartas consecutivamente y no todas juntas.
Al final gana el que mejor las usó, el que mejor supo ver a los demás y a su pareja.
Cuando muere la técnica, cuando uno empieza a ser sólo órganos y ya no hay piel y está entregado a todo (o está todo entregado), ya nada sobra, nada está descolocado, sino que todo es armónico. Ahí es cuando muere la técnica.
También es bueno tener una buena técnica para poder jugar dentro de ella, pero si se puede llegar a este estado de percibir todas las sensaciones, eso lo hace mágico, único, termina siendo órganos, sentidos y sólo palabras.
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